lunes, 25 de junio de 2012

HISTORIA DE LAS COFRADÍAS: ANDUJAR


Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Santisima Virgen de la Cabeza

Nadie podrá dudar que el establecimiento de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza tuvo ilustre y generoso principio en la Ciudad de Andújar, pero el tiempo y la antigüedad que todo lo consume, nos ha privado de conocer su fundación original, sin embargo la tradición popular iliturgitana siempre ha mantenido que la Cofradía se fundó en el momento de la aparición de la Imagen, en 1227.

Para Terrones Robles (1657), a los pocos días de aparecerse la Santa Imagen, se erigió y fundó una Cofradía en su nombre y advocación y en la que entraron por cofrades casi todos los vecinos de la ciudad. De la misma opinión es Salcedo Olid (1677), coetáneo de Terrones Robles y primer historiador de Ntra. Sra. de la Cabeza, quien afirma además, que la Cofradía Iliturgitana tuvo su base y fundamento en la comisión de vecinos, nombrada por el Consejo local, para traer la milagrosa Imagen a Andújar y añade, que desde entonces esta comisión se encargó de la administración de la fiesta y de su Santuario, ocupando estos cargos directivos caballeros de cualquier linaje.

En cambio, Torres Laguna (1961), si bien apunta en esta misma dirección en cuanto a la antigüedad de la Cofradía, considera que su origen estaba en la Cofradía de Caballeros Hijosdalgos de Andújar fundada en 1245, a pesar de que sus estatutos decían que no se podía admitir a quienes no fueran del estado noble, lo que contradice lo afirmado anteriormente. Es muy posible que la Cofradía de Hijosdalgos fuese distinta de la de Ntra. Sra. de la Cabeza, por tanto esta se había originado pues antes de 1245 al ser la más antigua de la ciudad según aparece en distintos listados, pero no hay que rechazar que hubiera algún tipo de relación entre ambas, ya que ambas Cofradías celebraban sus fiestas el día ocho de septiembre, Natividad de la Virgen, fecha en la que comenzó a celebrarse la Romería.

Otros indicios, sobre la fundación de la Cofradía de Andújar, se centran en el hospital de enfermos pobres de Andújar que poseía la Cofradía y que aparece ya en un documento de 1235, pero aún sin la advocación de Ntra. Sra. de la Cabeza. Este hospital estaba atendido por la orden de los Hospitalarios de San Juan, que recibieron heredades en Andújar de Fernando III, entre ellos una aceña y un huerto en la ribera del río Xándula, cerca del cerro de "la cabeça gorda". El hecho de que el hospital no tuviera nombre en 1235 y dado que la advocación existía desde la primera erección o fundación de la Cofradía, esta podría ubicarse entre 1236 (hospital) y 1245 (hijosdalgos).

Evolución

Durante todo los siglos XIV y XV, y dada la fama de milagrosa que tenía imagen, la devoción a la Virgen de la Cabeza irá creciendo, aumentando también, el número de cofrades y peregrinos que asistían anualmente a su romería. Según Salcedo Olid, para su celebración, el pueblo de Andújar elegía anualmente a prioste, alcaldes y diputados que habían de organizar y dirigir la fiesta, así como nombraba el rector y capellanes del santuario, sin que en estos nombramientos y elecciones pudieran intervenir ninguna autoridad.

Es en el siglo XVI, donde encontramos los primeros estatutos conocidos de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza de Andújar y que datan de 1505, cuando el obispo de Jaén, confirmó los estatutos por los que la Cofradía venía rigiéndose desde hacía doscientos años, posteriormente en 1557 y 1565, los obispos gobernantes confirmaron solemnemente la aprobación hecha de su antecesor. Por este y otros documentos, sabemos que la Cofradía tenía un marcado carácter asistencial con sus cofrades y enfermos del Hospital de Ntra. Sra. de la Cabeza que, además gobernaba y regía en la calle Hospitales (hoy Ollerías) de Andújar. En este lugar hacía la Cofradía sus cabildos o juntas y, en la ermita allí construida, celebraban su fiesta el primer domingo de mayo después de la celebración en la sierra.

En esta época, fueron varios los pleitos interpuestos por la Cofradía. Así en 1518 y 1552, sendas bulas papales, confirmaban a la Cofradía en la propiedad del Santuario y la administración exclusiva del mismo, con total exclusión de cualquier autoridad civil o religiosa, situación de privilegio de la que gozó la Cofradía hasta el año 1700 y que solo es explicable si era propietaria de la imagen desde sus inicios y del santuario desde su construcción. En 1590, la orden de los Carmelitas descalzos se valieron de favores para con el prioste y diputados para que hicieran donación del Santuario a su orden, siendo anulada dicha donación en 1593.

Esplendor y decadencia

Con la llegada del siglo XVII, la romería alcanzó su máximo esplendor. Salcedo Olid describe con todo detalle como los cargos que regían la hermandad eran doce diputados o más, dos alcaldes a modo de jueces para hacer cumplir las ordenanzas, un mayordomo, administrador del hospital y ermita, un prioste, similar al actual hermano mayor, un escribano, un procurador y un muñidor, para convocar a los cofrades. Los diputados se ocupaban de ampliar y reparar el templo, habitaciones y oficinas, dar lugar a las cofradías foráneas, señalar los puntos donde debía coger las andas de la Virgen, disponer la procesión, pedir limosnas y distribuirla entre los necesitados, adecentar caminos y puentes, conservar libros y llaves y hacer que se cumpliesen los estatutos y privilegios.

Ya en el siglo XVIII, la cofradía de Andújar cesa en la administración exclusiva del Santuario en 1703, y el Real Consejo de Castilla, durante el reinado de Carlos III, suspendía y disolvía las cofradías prohibiéndose la celebración de romerías en el cerro en 1773, lo que afectó notablemente a la cofradía que perdió la mayoría de sus cofrades. Después de solicitada su reposición, el 24 de mayo de 1782, el Rey derogó lo dispuesto y se aprueban los nuevos estatutos de la corporación iliturgitana.

Durante el siglo XIX, la invasión francesa y sobre todo la supresión de cofradías de toda España durante el gobierno de Mendiazabal y confiscación de todos sus bienes por el decreto de desamortización del gabinete de Espartero, en 1841, mermó más si cabe la Cofradía, que el 24 de abril de 1844 solicitaba a S.A.R. Isabel II la restitución del Santuario e imagen de la Virgen firmándose el decreto de restitución en diciembre de ese año. Posteriormente, S.M. es nombrada Hermana Mayor perpetua y concede el título de Real a la Cofradía.

En el año 1870 se establece, entre el obispado de Jaén y la cofradía de Andújar, una concordia para la administración compartida del Santuario y en 1879 se firma un reglamento adicional a los estatutos por los que la Cofradía viene rigiendo desde 1782. Al año siguiente se firma un nuevo reglamento adicional para adecuar estos estatutos a la concordia que se había firmado diez años antes.

Resurgimiento

Ya en el siglo XX, en 1930, los Trinitarios asumen el cuidado del Santuario por decisión del obispado de Jaén, y es durante la Guerra Civil en 1936, cuando se produce el hecho que ha marcado profundamente a la Cofradía de Andújar, la práctica destrucción del Santuario y sobre todo la desaparición la imagen de la Virgen. Terminada la guerra, se realiza nueva imagen y se reconstruye el Santuario, resurgiendo así la romería con la misma fuerza de siempre, y por supuesto su cofradía matriz.

Este siglo ha sido especialmente prolífico en títulos y reconocimientos a la Virgen de la Cabeza, así podemos destacar la bula del papa Pío X, en 1909, que decreta su coronación canónica y la nombra oficialmente patrona de Andújar, o la bula de 1959 del papa Juan XXIII que declara su patronazgo sobre la diócesis de Jaén, celebrándose una coronación de desagravio en 1960.

En 1996 inicia una profunda reforma de los estatutos de la Cofradía para adaptarlo al actual Derecho Canónico, siendo en la romería del año 2000, cuando el obispo de Jaén, Santiago García Aracil, aprueba los que serán los nuevos estatutos por los que se regirá la cofradía en adelante. El año siguiente, la Junta de Andalucía, concede a la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza, de Andújar, la medalla de oro de Andalucía.

Descripción heráldica del escudo de la cofradía

Se compone de: escudo cortado y medio partido, en donde se representa: en el primer campo, de plata, nube en su color cargada de anagrama mariano de azur, sumado de media luna de oro y al timbre, surmontada, corona de doce estrellas, todas ellas de oro. En el segundo campo aparece el escudo de la ciudad de Andújar: medio partido y cortado, en el primer campo, de gules, castillo de oro almenado, mazonado de sable y aclarado de azur, en el segundo, de plata, águila de sable, y en el tercero, de azur, un pez de plata y dos llaves de oro y al jefe, puente en su color, mazonado de sable, todo rodeado de bordura de plata con cuatro leones pasantes de gules. En el tercer campo, escudo de la provincia de Jaén: cuartelado en cruz, primero y cuarto, de oro y segundo y tercero, de gules, con bordura conteniendo catorce, escaques, que muestran alternadamente, de gules, castillo de oro, y de plata, león rampante de gules; sobre el todo, óvalo con la iconografía del Santo Rostro en su color. Todos los muebles aparecen cargados sobre manto real, carmesí, forrado de armiños, en pabellón y con corona real cerrada al timbre; circundado el contorno por el toisón de oro. Al exterior, en punta, filacteria que recoge el nombre o el lema de la Cofradía y seis banderas cruzadas, de los siguientes metales y colores: una de oro, una de plata, una de celeste y plata, una de gules y plata, una sinople y una de azur.

Explicación de los muebles y campos del escudo

El primer campo, hace alusión a la Santísima Virgen de la Cabeza, recogiendo la invocación con la que se dirigió a ella el arcángel san Gabriel, «Ave María». Aparece este anagrama en color azul, sobre fondo de plata, por ser estos los colores propios de la Cofradía, con la luna y las estrellas de oro, según la visión del evangelista San Juan y sobre una nube, en memoria de la Asunción Gloriosa de la Virgen María a los cielos, en cuerpo y alma, advocación a la que está consagrado su Real Santuario. El segundo campo, recoge las armas de la ciudad de Andújar, de la cual, la Virgen de la Cabeza es patrona desde el año 1909, con motivo de su coronación canónica, gracia y patronazgo que fueron alcanza dos por bula pontificia de Pío X. En el tercer campo, se representa el escudo de la provincia de Jaén, en consideración de es patrona desde 1959 de la diócesis de esta provincia. Todos los muebles aparecen sobre manto real, corona real cerrada y toisón atendiendo al título de Real e Ilustre de la Cofradía y habiendo sido varios los monarcas españoles que han pertenecido a esta hermandad, que disfruta de este título desde la visita cursada por: Isabel II en 1862. Las banderas, recogen los distintos títulos y honores que la Cofradía ostenta, como son; real, ilustre, matriz, patrona de Andújar, patrona de la diócesis y coronada canónicamente. Junto a ellas, aparece una cinta o filacteria que contiene el nombre de la Cofradía.

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